40 siglos de historia

Los orígenes prehistóricos del sitio del Pont du Gard

Conocido principalmente por su acueducto romano, la historia del sitio del Pont du Gard se remonta en realidad a un pasado aún más remoto. La arqueología nos lleva atrás en el tiempo, para descubrir su pasado prehistórico. 

Cueva de la Salpêtrière

La cueva de la Salpêtrière (clasificada monumento histórico en 1931). Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Prehistoria francesa. Conocida como yacimiento prehistórico desde el siglo XIX, esta cueva presenta más de 6 metros de niveles de hábitat superpuestos, que abarcan 20 milenios de la historia de la Humanidad. Nuestros ancestros del Salpetriense (hace 19 000 años), eran cazadores-recolectores que instalaron en ella sus cabañas y campamentos. En ella se encontró uno de los primeros grabados de animales sobre hueso descubiertos en Francia, que actualmente se conserva en el Museo de Historia Natural de Nimes. Es fácil reconocerla para los visitantes gracias a su enorme abertura sobre la explanada, no lejos del Pont du Gard, en la orilla derecha.

Cueva de la Balauzière

La cueva de la Balauzière (clasificada monumento histórico en 1958) está situada por encima del río Gardon y fue excavada en las décadas de 1930 a 1950. En ella se han documentado huellas de ocupación humana que datan del Paleolítico Medio (80 000 a 50 000 a.C.), consistentes en restos de fauna fósil y herramientas de sílex.

Cueva de la Sartanette

La cueva de la Sartanette es una enorme cavidad con dos entradas. Dos pasillos confluyen en la «Sala de los Muertos». En ella se ha documentado una fauna fósil del Paleolítico (700 000 a 600 000 a.C. aprox.). También se han excavado en ella niveles neolíticos, es decir, correspondientes a la instalación de los primeros agricultores sedentarios en nuestras regiones hace unos 7000 años. 

La cueva du Taï

Situada en el valle de la Sartanette, la cueva du Taï es conocida en la literatura desde el siglo XIX. Fue objeto de varias campañas de excavación en las décadas de 1960 y 1970. Desde 2001, un equipo del CNRS se encarga de la excavación de la cueva, pudiendo documentar que la cueva fue utilizada en distintos momentos del Neolítico. La estratigrafía de la cueva revela dos grandes periodos del Neolítico: uno del Neolítico Inicial (hacia el 5000 a.C.) y otro del Neolítico Final (hacia el 3000 a.C.).

Historia del acueducto de Nimes y del Pont du Gard

Construido hacia el año 50 d.C. bajo los reinados de los emperadores Claudio o de Nerón, el acueducto al que pertenece el Pont du Gard abasteció a la ciudad de Nimes de grandes cantidades de agua a presión durante cinco siglos. La ciudad romana llamada por entonces «Nemausus», experimentó tal desarrollo en el siglo I d.C., que decidió construir un acueducto siguiendo el ejemplo de Roma, capital y modelo para todo el Imperio Romano. Esta infraestructura dio a la ciudad (que por entonces tenía 20 000 habitantes) un nuevo prestigio: fuentes, termas, agua corriente en las residencias de la élite y calles más salubres, contribuyendo así al placer y al bienestar de la ciudad. Con una pendiente media de 25 cm por kilómetro, una de las más bajas jamás alcanzadas en la época, el acueducto transportaba al día por gravedad entre 30 000 y 40 000 m3 de agua corriente desde un manantial situado en Uzès y a lo largo de 50 kilómetros hasta Nimes.

El Pont du Gard: unas dimensiones extraordinarias

El Pont du Gard es excepcional por sus dimensiones, ya que con sus 49 metros de altura es el puente-acueducto romano más alto del mundo.
Es el único ejemplo de puente antiguo de tres pisos que aún sigue en pie. Casi mil hombres trabajaron en este colosal proyecto, que se completó en tan solo cinco años.

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Un uso a lo largo de los siglos


Hacia principios del siglo VI, cuando los francos y los visigodos se repartían la región por la que discurría el Pont du Gard, este fue definitivamente abandonado y la conducción comenzó a utilizarse como cantera. A partir de la Edad Media y a lo largo de la historia posterior, el monumento fue destinado a múltiples funciones distintas de la principal, siendo también fuente de inspiración para muchos artistas del Renacimiento. 
 

En torno al siglo XII

Los doce primeros arcos del tercer piso fueron desmontados para construir varias iglesias y edificios de la zona. En cuanto al nivel superior del puente, que es más ancho y peligroso, fue condenado. 

En el siglo XIII

Es cuando aparece la primera mención del Pont du Gard en forma de «Pons de Gartio». Esta mención consta en un documento fechado en 1295 y relativo a un peaje que el rey de Francia, Felipe el Hermoso, cedió al señor de Uzès a cambio de la baronía de Lunel. 

En el siglo XIV

En esta época, la carretera conducía a Beaucaire y a su feria, pasando por el Pont du Gard. El tráfico fue aumentando rápidamente, por lo que surgió la necesidad de un mejor paso para carros y animales en el centro del monumento. Fue entonces cuando se construyeron rampas de acceso y se rebajaron los pilares del segundo piso (lado oeste). Sin embargo, todos estos cambios constituían un peligro real para la estructura, que podría haberse derrumbado.  
Cabe señalar que los constructores del Puente de Aviñón y del Puente de Saint-Esprit se inspiraron en gran medida en el Pont du Gard. 

Alrededor del siglo XV

Invierno de 1429-1430: tras una crecida del río Gardon durante el invierno, el rey Carlos VII ordenó a los Estados de Languedoc «trabajar sin demora para reparar este edificio extremadamente dañado». Fue entonces cuando surgió una cierta conciencia de la conservación del monumento. 

En el siglo XVI

En 1565: el mapa de Charles de l'Ecluse parece ser el documento oficial más antiguo que menciona el Pont du Gard, afirmando lo siguiente: «puente admirable, obra de los romanos, en otro tiempo un acueducto».  

En el siglo XVII

Los «compagnons del Tour de France» (aprendices de artesanos) tenían la costumbre de venir a visitar y a inspirarse en esta proeza de la arquitectura romana. Para dejar una huella de su paso, grabaron sus marcas y sus herramientas. 
Cabe señalar que se han encontrado más de 320 marcas de los compagnons en el edificio. Las marca más antigua se remonta a 1611 y la más reciente a 1989. En la actualidad, nadie graba su nombre en la piedra. 

De 1696 a 1702: bajo la dirección de los arquitectos Daviler y de Laurens se realizaron importantes obras de restauración para reparar los daños causados por el movimiento de los carros y el rebaje de la piedra de los pilares: voladizos y relleno de los rebajes. La conciencia de la necesidad de conservar el Pont du Gard iba en aumento y los grandes arquitectos de la época se interesaron por él. 
 

En el siglo XVIII

Entre 1743 y 1747: los Estados del Languedoc ordenaron la construcción de un puente de carretera junto al puente del acueducto. Henri Pitot (tubo de Pitot y acueducto de Montpellier) fue el ingeniero encargado de este proyecto. Para esta ocasión se reabrió la cantera de Estel con el fin de utilizarla en este proyecto a gran escala. 

Descubre o descarga la historia de Henri Pitot: el hombre, el ingeniero y sus inventos (1695-1771) por Michel Desbordes, profesor en el Polytech'Montpellier y Michel Lescure, director de Modernización y Desarrollo de la Red Viaria del Consejo General del Gard. 
 

En el siglo XIX

En 1840: Prosper Mérimée, primer inspector de Monumentos Históricos, constata el triste estado del Pont du Gard: «Los grandes arcos están en un estado espantoso; varias claves se han desprendido y todas están roídas de tal manera que suscitan una gran preocupación. Mérimée considera que es un asunto que debe tratarse sin más dilación, ya que la administración no perdonaría que se produjera un accidente». 
Mérimée hizo incluir el Pont du Gard en la primera lista de Monumentos Históricos. Un paso adelante que permitió una cierta aceleración del proceso de conservación del Pont du Gard.  

Entre 1842 y 1846: se llevaron a cabo dos campañas de restauración para salvar el monumento de su estado de deterioro. Charles Questel, arquitecto encargado de los monumentos de Nimes y del Pont du Gard, se encargó de los trabajos. En esta ocasión, se construyó una escalera de caracol. 

Entre 1844 y 1845: los ingenieros piensan en reutilizar el acueducto para abastecer a Nimes y sus industrias textiles. 

En el siglo XX

A partir de 1936: se aceleran los deterioros vinculados al turismo. El paso de vehículos por el puente de carretera provocaba vibraciones, que amenazaban con derrumbar la estructura. Para evitar este desastre, se inyectaron 310 toneladas de cemento en las zonas sensibles. 

En 1959: se construyó un camping en la orilla derecha, que marcó el inicio de una forma de explotación poco respetuosa con el monumento y su entorno. 

En 1985: el Pont du Gard es inscrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad y se comienza a estudiar el proyecto de un equipamiento cultural en el lugar. 

A partir de 1986: el Consejo General realiza estudios relativos al desarrollo del Sitio del Pont du Gard. Se constituye un comité de defensa. 

En 1988: se inicia la creación de un consejo científico. Su objetivo es orientar a los diseñadores de proyectos de desarrollo. 

En 1998: se adopta el proyecto de ordenación del Pont du Gard (Declaración de Utilidad Pública), que pone fin a la anarquía y a la degradación del sitio. 

Site. 

En el siglo XXI

En el 2000: se abre al público el sitio del Pont du Gard y los espacios de exposición se inauguraron en el 2001.

En el 2003: el Pont du Gard se convierte en un EPCC (Establecimiento Público de Cooperación Cultural). 

En el 2004: el Pont du Gard recibe la etiqueta Grand Site de France. Esto permite una cierta protección y mejora del monumento antiguo y de su entorno natural. 

En el 2015: el EPCC adopta un plan quinquenal de restauración para proteger los restos del acueducto. 
Con 1 500 000 visitantes, es el monumento antiguo francés más visitado. 
 

Una vasta operación de puesta en valor del sitio del Pont du Gard

1985 fue el año de la inscripción oficial del Pont du Gard en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. Aunque esta designación atestigua el valor universal excepcional del monumento, el Departamento del Gard, previendo una nueva e importante afluencia de turistas, decidió proteger y acondicionar el sitio cultural y turístico más visitado del Gard. 

Un espacio natural degradado hasta el 2000

Antes del 2000, el paraje del Pont du Gard no disponía de estructura de acogida, servicios básicos o información. Por el contrario, una acumulación dispar de elementos incongruentes, de una señalización vial y de actividades relacionadas con la economía turística, enturbiaba la imagen de los alrededores del monumento. Los senderos incontrolados estaban erosionando los espacios de la garriga. Las infraestructuras relacionadas con el automóvil estaban a tan solo unas decenas de metros (rotondas y zonas de aparcamiento). ¡Los coches, autobuses y camiones circularon por el puente hasta 1996! 

Proteger, recibir y transmitir: las tres misiones del Establecimiento Público

Durante el periodo de 1996-2000, en un perímetro de 165 ha del monumento, el Departamento del Gard, apoyado a su vez por el Consejo Regional del Languedoc-Rosellón, el Estado y con fondos europeos, llevó a cabo una importante operación de acondicionamiento. Esta operación de acondicionamiento tenía por objeto garantizar la salvaguardia y la conservación del lugar. Para los visitantes, el objetivo de la operación era ofrecer las mejores las mejores condiciones posibles para su visita, así como contenidos culturales sobre el tema de su visita. 
La filosofía del nuevo acondicionamiento puede resumirse en los cuatro principios que lo guiaban: 
• La protección del medio ambiente y del patrimonio;
• La calidad de la acogida;
• La transmisión de conocimientos vinculados al antiguo acueducto de Nimes;
• El desarrollo de la economía local. 
De este modo, se insufló una nueva vida al espacio. Se devolvió completamente a los peatones, borrando todo rastro de civilización automovilística.

El proyecto arquitectónico: la elección de la modernidad

El sitio del Pont du Gard, restaurado a su estado original, disfruta de un entorno natural excepcional en un radio de 500 metros. La circulación vial es prohibida y se invita a los vehículos a aparcar en los nuevos parkings apartados del Sitio. En cada orilla, a 500 metros del puente y a ambos lados del Gardon, se construyeron dos edificios de recepción (invisibles desde el monumento) para acoger e informar al público. Para poner de relieve las proezas técnicas logradas por los romanos y respetar el paisaje, los diseñadores de la operación optaron por la modernidad y la discreción

Una arquitectura «silenciosa»

En 1998 se confió el proyecto arquitectónico a Jean-Paul Viguier, arquitecto francés de renombre internacional y ganador del concurso. Sus referencias están presentes en todo el mundo: en Francia, Estados Unidos, España, Nigeria, etc. Por ejemplo: el Parc André Citroën, la Médiathèque Cathédrale de Reims, la sede de France Télévision, el Museo MacMay de San Antonio, el Hotel Sofitel de Chicago, la Tour Cœur Défense de París, etc. Su estilo es decididamente contemporáneo para no crear confusión sobre la época constructiva. La arquitectura también es «silenciosa» para ser absolutamente discreta con respecto al Sitio. Volúmenes, materiales y luz son los únicos parámetros de referencia de estos dos edificios integrados en un espacio habitable, a ambos lados del Pont du Gard. 

El edificio de la Orilla Izquierda

La particularidad de este edificio es que se hunde 2/3 en el suelo y que tiene una superficie de 10 000 m2 (alberga 4500m 2 de espacios museísticos). Para el arquitecto francés, el edificio es como una piedra colocada, que se adapta perfectamente a las curvas naturales del terreno. 
«[...] Quería situar ahí un volumen bastante simple, una especie de piedra colocada en el paisaje». Jean-Paul Viguier 

El edificio de la Orilla Derecha

La singularidad de este edificio es que fue diseñado, construido y excavado en el interior de una cantera. No tiene otra forma ni otro volumen que el del lugar, sorprendente y espectacular: la cantera es su arquitectura. En la actualidad, este recinto está principalmente dedicado a albergar seminarios y conferencias.

Los creadores actuales junto a un monumento histórico

La antigua carretera, convertida en avenida, constituye el elemento estructurante del acondicionamiento del sitio y sirve de enlace entre los diferentes espacios y el puente. Además, integra todos los elementos: paisaje, mobiliario exterior (bancos, papeleras, espejo de agua), la señalización y la programación de la iluminación. Grandes creadores han dejado su huella el acondicionamiento de este Grand Site. Acompañados de una recalificación paisajística, todos estos elementos son la expresión de un nuevo espacio en torno al Pont du Gard. 

Información técnica:

  • Arquitectura y planificación vial: Jean-Paul Viguier; 
  • Diseño del mobiliario exterior: Maarten Van Severen;
  • El paisajismo de los alrededores: Laure Quoniam;
  • El paisajismo de las Croisées: Philippe Deliau; 
  • La señalización: Evelyne Deltombe; 
  • La iluminación del Pont du Gard: de 2000 a 2002: James Turrell | de 2010 a 2014: Claudette Viguier | de 2014 a 2018: Guillaume Sarrouy | de 2018 a 2022: Groupe F. 
Restauración del «Hotel du Pont du Gard»

Situado frente al Pont du Gard, un antiguo establecimiento construido en 1865 fue completamente renovado en el 2000, en el marco de la operación de protección del Sitio del Pont du Gard. Esta casa señorial ha recuperado su volumen y su encanto originales, se ha reformado su fachada y se han demolido los añadidos. En el 2010, fue sometido a una rehabilitación contemporánea de sus espacios interiores, recuperando su vocación original: un lugar dedicado a la gastronomía regional. 

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